ENTRADA 4

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Los aspectos fuertes y débiles de la “EDUCACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN”

Artículo: Colegios e institutos con bajos resultados reabren las aulas con planes de mejora (05/09/2017). El Norte de Castilla:

Se nos habla en este artículo, en primer lugar, de las diferencias entre el medio rural y el medio urbano: mientras el segundo, o bien se mantiene, o bien crece en número de alumnos, el primero, el medio rural, no solo pierde alumnado, sino que se pone especial énfasis en el cierre de centros, mientras el resto de los mismos está “en la cuerda floja”.

Lo segundo que se nos comenta es el bilingüismo: Castilla y León es “la segunda comunidad autónoma con mayor porcentaje de alumnos en programa de bilingüismo”, según el consejero de educación, Fernando Rey (exconsejero a día de hoy).

Por lo tanto, y siguiendo el artículo, yo diría que el punto fuerte es el bilingüismo, mientras las diferencias entre el medio rural y el urbano son el punto más débil y preocupante.

En cuanto al bilingüismo, siendo críticos, habría que preguntarse si estos centros verdaderamente son bilingües, si verdaderamente suponen el bilingüismo de los alumnos más allá de los expedientes (gente con buena nota en estos centros, en ocasiones, al tratar de sacarse un título oficial de inglés, o del idioma que sea, se da cuenta de que su nivel es mucho más bajo de lo esperado; por otro lado, en ocasiones, al tener que dar las materias en otra lengua, se opta por rebajar el nivel de los contenidos, lo cual, si se suma a la cuestión precedente, puede convertirse en un gran inconveniente).

Por lo que respecta a las diferencias entre el medio rural y el urbano, decir que este problema, no obstante, trasciende por mucho la cuestión educativa: es el asunto de la España vacía (tan como se refiere en el libro homónimo de Sergio del Molino) o vaciada (perífrasis que finalmente se ha quedado en nuestras vidas, seguramente por poner el dedo en la herida: la centralización está vaciando las zonas rurales, se entiende como una agresión de las grandes capitales a las zonas más periféricas). Una de los grandes problemáticas a las que se enfrenta una comunidad como Castilla y León.

Sin embargo, hay que remarcar que el modelo educativo de Castilla y León está muy bien situado en Pisa, no muy lejos de los números de Finlandia (si bien podríamos preguntarnos si el mencionado estudio es verdaderamente fiable, o al menos en qué clase de variantes se focaliza y qué clase de variantes se dejan al margen o se omiten, dado que ningún estudio traduce la realidad de manera perfecta). A pesar de esto, el fracaso escolar sigue siendo un problema; de hecho, podríamos decir que los dos grandes problemas de la educación en Castilla y León son, como se acaba de decir, el fracaso escolar (entre el 20/25% de los alumnos no consiguen ni la ESO), así como la falta de alumnos en el medio rural.

Cómo atajar estos problemas, no obstante, es una cuestión difícil de dilucidar: el fracaso escolar, por un lado, tiene múltiples causas (un entorno familiar problemático, situaciones de vulnerabilidad económica, etc.), por lo que es complicado enmendarlo (casi podríamos decir que hay tantos problemas como alumnos que abandonan los estudios); por otro lado, la falta de alumnos en el medio rural, dadas las dinámicas del vaciamiento de las zonas rurales españolas, parece, a primera vista, una cuestión insalvable.

Lo ideal, evidentemente, sería tratar de enlazar ambos problemas, de manera que, tratando de solucionar uno, se enmendara también el otro. Cómo hacer esto, empero, no parece tarea fácil. Yo propondría, así a bote pronto, reutilizar centros rurales en peligro de extinción como escuelas especializadas en alumnos que hayan fracasado o que hayan abandonado los estudios a temprana edad. Aunque suene un tanto infantiloide, creo que, en esencia, de lo que se trata es de agrupar los problemas y de dar una solución conjunta, de forma que intentar arreglar uno suponga mejorar el otro y viceversa.